El miembro de la ejecutiva regional y portavoz del PP de Bareyo es conocido por haber perdido las elecciones municipales tres veces seguidas por mayoría absoluta ante el PRC en un feudo del PP, donde los azules han gobernado varias legislaturas y donde ganan las generales, las europeas y hasta hace bien poco las autonómicas.
El apoyo electoral al PP de Bareyo en las municipales ha ido decayendo progresivamente, hasta tocar suelo el pasado 26 de mayo, sacando dos concejales por los pelos y obteniendo el peor resultado de su historia, poco más de 200 votos.
Todo el mundo coincide en que el gran culpable de este declive y hundimiento es Martínez Sarabia y su incapacidad para liderar una alternativa real al PRC. Una incapacidad de la que el mismo ha sido cada vez más consciente, reduciendo notablemente desde 2015 su dedicación, sus ganas y su responsabilidad.
El colmo de esta desidia protagonizada por Gabino Martínez Sarabia llegó en el pleno de organización celebrado el pasado mes de junio. Se trata de uno de los plenos más importantes de cada legislatura, puesto que en el mismo se votan las liberaciones y salarios de los concejales, dietas, periodicidad u horario de las sesiones.
Durante muchos años dos han sido las grandes banderas agitadas por el portavoz popular. Por un lado, censuraba la actitud del alcalde José De la Hoz, convocando los plenos los lunes a las 8:30 de la mañana. Martínez Sarabia siempre ha propuesto que los plenos se celebren por la tarde para favorecer la participación y asistencia de los vecinos, acusando al regidor regionalista de convocar los plenos por la mañana y de no querer grabarlos para ocultar sus decisiones a los vecinos.
Por otro lado, Gabino Martínez Sarabia siempre ha criticado la liberación de la segunda teniente de alcalde y futura alcaldesa, Ángela Ruiz, concejala delegada de Educación que sin embargo está liberada a media jornada para realizar "labores de promoción turística". El portavoz popular defendía que esta liberación no era necesaria, que no había aportado ningún resultado significativo y proponía invertir ese dinero en la creación de un consejo municipal para impulsar el turismo, conformado por diversos agentes políticos, sociales y económicos.
El reglamento local permite que los concejales de la oposición enmienden las propuestas de alcaldía. Pero cuando llegaron las dos votaciones relativas a estos puntos, Martínez Sarabia no solo no se había preparado una enmienda defendiendo sus propuestas. Ni siquiera votó en contra, sino que tuvo la enorme vergüenza de abstenerse, como si le diera igual, quedando recogida esta desidia y falta de ganas en el acta del pleno, igual que ha sucedido en legislaturas precedentes.
No solo muestra desidia en estos dos grandes puntos de su programa, sino que el portavoz popular tampoco muestra interés alguno por formar parte de la mesa contratación o de representar al consistorio en órganos municipales, dejando todo el control en manos del equipo de gobierno, a pesar de que el reglamento local le permitiría formar parte de estos órganos.
Pero qué más da, Gabino Martínez es feliz hibernando en la oposición y reapareciendo cada cuatro años para prometer que hará todo lo que no ha hecho durante la legislatura. Después llegan los lloros, los lamentos y las falsas acusaciones a terceros de lo que es un fracaso rotundo del que Martínez Sarabia es el responsable, aunque no lo asuma.
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